En seguimiento a lo que puede llevar al fracaso de una relación, donde en la primera parte se hizo mención al egoísmo, manipulación, desinterés, soberbia y falta de respeto como actitudes desfavorables para un matrimonio, y que de no hacer algo para mejorar se corre el riesgo de llegar al divorcio. Aquí otras actitudes que provocan desgaste en la relación:
6) Deshonesta
Los secretos ponen barreras entre las personas, y cuando uno de los cónyuges deja de ser un libro abierto ante su pareja, empieza a poner distancia. La actitud deshonesta con el esposo o la esposa se debe a la falta de confianza al cónyuge. Se priva de expresar su sentir o situaciones que como probablemente no tienen una correcta moralidad, no se atreve a platicar, como en los casos de infidelidad. Sin confianza no se llega muy lejos, por eso en el matrimonio deben ser fiables el uno al otro, para hacer saber sus necesidades, aciertos, errores y todo aquello que necesita externar para salir adelante en apoyo mutuo.
7) Irresponsable
Cuando una persona no cumple con las funciones que le corresponden de acuerdo a su rol ya sea en la familia, el trabajo u otra institución, se le considera irresponsable y hasta desobligado. Por ello es importante que el cónyuge cumpla con sus ocupaciones acordadas como matrimonio. Éstas independientemente de las diferencias que puedan surgir entre ellos; por ejemplo, no por el hecho de estar disgustados, el esposo va dejar de proveer en lo económico a su hogar. Así como tampoco es conveniente que la esposa castigue a su cónyuge en el tema sexual o deje de lado las tareas del hogar. Ante todo, hay que ser diligente asumiendo las responsabilidades en tiempo y forma.
8) Imponente
El imponerse ante la pareja como el o la “mandamás”, porque de manera consciente o no considera que sólo sus ideas valen, sin considerar la opinión o sentir del otro, está provocando desanimo y desinterés. Si alguien de manera constante se le imponen cosas, estará poco motivado, y querrá hacer lo que sí le gusta en otros lugares y con otras personas. Por eso el diálogo es importante, no sólo para escuchar las inquietudes y necesidades del cónyuge, sino para llegar a un acuerdo donde las decisiones sean en mutuo acuerdo, donde a veces le tocará ceder a uno, y otras tantas al otro.
9) Conformista
Quedarse en un estado de comodidad, sólo porque consideran que el matrimonio es estable, es privarse de poner en marcha la creatividad para darle ese plus a la relación. No porque sienten seguro al cónyuge, se va dejar de conquistar o hacer cosas para agradarle. Si se conforman con que todo está bien, sin ese interés de sembrar cosas nuevas a la relación, tarde o temprano los rebasará la monotonía y el aburrimiento. Así qué a echar volar la imaginación para la mejora continua del matrimonio.
10) Silenciosa
Una mala comunicación es un factor de riesgo para todo matrimonio, principalmente cuando se da por hecho que el cónyuge sabe lo que está sintiendo o pensando el otro. Pueden pasar muchos años juntos y llegar a conocerse tan bien que pueden intuir lo que pasa, pero aún así, no sabrán exactamente si no se les dice abiertamente. Ya sea lo bueno, lo malo; las alegrías, tristezas; acuerdos o desacuerdos; deseos, antojos; entre otras situaciones o emociones, lo ideal es hablarlo, mantener una buena comunicación.
Por último, ante estas 10 actitudes, siempre existe la oportunidad de cambio para dar un giro diferente y mejorar la relación, y para ello te sugiero el siguiente principio bíblico: “Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes” (Mateo 7:12). Esto incluye el perdón, respeto y amor; así que actúa de la manera que quieres ser tratada.
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